lunes, 13 de marzo de 2006

Me estoy dejando mucho. A ver si me recompongo y me doy a la escritura, que últimamente me he abandonado.
Este fín de semana ha sido movido. El sábado estuve en casa de Conxita y Joan Carles. Me lo pasé genial, comiendo comida de humanos y durmiendo en el sofá, que es lo que más me gusta, sin nadie que me moleste. Recibiendo montones de mimos.
El domingo me llevaron a Cambrils, que es donde la madre de la dueña de la casa donde vivo tiene un apartamento. Allí me encontré con mis dos primos, Roko y Pitufo. Qué escándalo! Roko no me deja ni un momento en paz. Es un mestizo joven, grande y con ganas de juerga y yo, la verdad, ya no estoy para tanto trote. Pitufo es un año mayor que yo y se ha quedado ciego, así que ladra casi a todas horas.
La tranquilidad del sábado se rompió el domingo.
La vida está llena de contrastes.

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