miércoles, 21 de enero de 2009

La familia crece



Esta es la foto de familia que usamos ahora, pero creo que las cosas van a cambiar dentro de poco. A mí todavía no me han dicho nada, pero van dejando pistas por ahí y yo que soy muy lista, he estado atando cabos:
  1. Han pintado y decorado una habitación que antes usaban como trastero.
  2. Han puesto una cama pequeñita con barrotes para que no me pueda subir a ella.
  3. Están muy cariñosos conmigo, me dan galletitas aunque no haga nada (ni bueno ni malo) y me acarician más de la cuenta y sin que me haga falta pedirlo.
  4. Todo el tiempo me dicen que va a venir alguien muy importante, a la que tengo que cuidar y vigilar, que tengo que portarme bien con ella y que me van a poner una alfombra nueva para que pueda dormir con ella.
  5. Todo el día repiten el mismo nombre: que si Mekdes esto, que si Mekdes lo otro...
  6. Tengo hora en la peluquería canina para lavar, cortar y marcar.
  7. Me han llevado a la nieve en plena cuesta de enero!!!

Vamos, que no hay que ser muy listos, ¿no?

La nieve!!!





El fín de semana me llevaron a la nieve y me lo he pasado en grande!!! Corrí, salté, me revolqué y patiné todo lo que quise!! Ha sido estupendo!!
Hemos estado en un pueblecito que se llama Montesclado, en una casa rural, y el sábado nos fuimos al Bosc de Virós a caminar por la nieve. Demostré que todavía estoy en muy buena forma física y que tardo en cansarme más que mi dueña, que a la mínima se queja de que le duelen las piernas y me pone a mi como excusa para volver al coche...


sábado, 3 de enero de 2009

2009



Vaya vaya!

Ya hacía muuuucho tiempo que no me ponía a contaros mi vida en el blog, pero es que a mí el invierno me convierte en una alma casera y esta vida ermitaña que llevo últimamente no da pie a actividades dignas de mencionar.
Me paso los días entre el cesto y la alfombra, y estoy deseando que los dueños de la casa donde vivo se vayan a la cama para meterme debajo de ella o pegar el culo al radiador de la habitación.

Fijaros cómo me he vuelto que ya ni los despierto por la mañana para que me saquen a pasear y dejo que sea el destino el que decida a qué hora me va a tocar desahogarme (fisiológicamente hablando, claro).

Pero hoy me he decidido y he dejado que me llevasen a Vilafranca del Penedés, a "chez Massad" a ver a Martina, que hacía tiempo que no sabía de ella "in person" (porque por su blog ya estoy puesta al día de sus últimos movimientos). Lo he pasado en grande, he corrido por el parque con un palo en la boca, he olido casi todos los árboles que me he ido encontrando por el camino, Martina me ha dado de comer unas galletitas saladas que estaban divinas y por supuesto también he tenido ración de alfombra para descansar del paseo.

Por cierto, Martina me ha llevado atada de la correa de vuelta a su casa y debo decir que lo hace estupendamente!