El lunes empezó el otoño y para celebrarlo nos invitó a todos a agua. Como estamos en crisis no la sirvió en vaso, así que directamente nos la ofreció del cielo.
El lunes me libré, pero el martes ya no pude y me pusieron el chubasquero de Agatha Ruiz de la Prada para salir a pasear. Coincidió con la entrada al cole de casi todos los niños del barrio; todos se paraban a mirarme y a decirle a sus progenitores: -- Mira! Lleva un chubasquero como el mío!
Creo que no me queda mal del todo...
